A continuación te vamos a hablar sobre una de las sustancias más aclamadas y usadas de los últimos tiempos: el aceite de coco.
Haremos un recorrido por las grandes incógnitas que existen detrás de este aceite, analizando así sus beneficios, usos, orígenes, y mejores opciones de compra del mercado actual.
¿Empezamos?
El primer paso antes de dar respuesta a las preguntas de mayor interés, debería ser analizar la composición del aceite de coco. Esta sustancia se encuentra mayormente formada por diferentes grasas saturadas.
Si estudiamos estas grasas podemos ver que las cantidades se reparten en ácido láurico (60%) mirístico (16%) y palmítico (6,6%), además de contener vitaminas del grupo B, proteínas y minerales como calcio, magnesio o potasio. Además de estas propiedades, suele contener otras grasas como son las monoinsaturadas (5,8 %), y las poliinsaturadas (1,8 %).
Es muy común pensar en las grasas saturadas como algo negativo y nocivo para la salud, y esto parece estar muy arraigado en el ámbito de la alimentación y de la salud. Sin embargo, desde que llegó el aceite de coco y empezó a comercializarse, se ha demostrado que no todas las grasas saturadas son iguales ni hay que tratarlas por igual.
La grasa saturada que tiene el aceite de coco no es como el resto, ya que mientras casi todos los alimentos contienen ácidos grasos de cadena larga, el aceite de coco los tiene de cadena media. Es esto mismo lo que hace que la metabolización de estas grasas sea muy diferente ya que, después pasar por el sistema digestivo se tienden a redirigir al hígado, donde empiezan a ser utilizadas como fuente de energía rápida, o bien se transforman en cuerpos cetónicos.
Esto se traduce en que sus propiedades termogénicas puedan favorecer el aumento en el consumo energético.
Desde que se empezó a investigar el aceite de coco y se puso al alcance de todo el mundo como un suplemento multiusos, el número de consumidores fieles parece no cesar y su parte positiva parece sumar más que la negativa.
Sin embargo, es conveniente saber que al igual que muchos otros productos, no se debe realizar un consumo excesivo ya que no deja de ser una grasa saturada. Tampoco se puede negar que cuidando su consumo, resulta beneficioso para nuestra salud.
Antes conocer todas sus facetas vamos a hablar acerca de sus orígenes y de sus modos de obtención.
Cómo se obtiene el aceite de coco
Cuando un producto se pone de moda, los comerciantes y productores se emplean al máximo para conseguir ofertar lo mismo o más de lo que la demanda actual pide. En el caso del aceite de coco, un producto que no exige elaboración, su extracción varía de las formas más tradicionales hasta las más nuevas y vanguardistas.
Todos los supermercados, marcas de alimentación o tiendas de salud, desean ofertar entre sus productos el aceite de coco.
A continuación te mostramos algunas de las técnicas o modos de extracción más practicados en la actualidad:
- Extracción mecánica
La extracción mecánica es una de las más habituales y más económicas para las empresas y fábricas. Esta técnica consiste en la separación de la carne de coco de la corteza utilizando una centrifugadora.
El coco extraído se colocaría después en una prensa, para así poder conseguir la leche de coco. La carne de coco sobrante se centrifuga de nuevo y se extrae el aceite para su recolección.
- Extracción Ghani
Este método es uno de los que más ha perdurado en el tiempo, aportando tradición y experiencia. Se trata del empleo de un mortero de gran tamaño para triturar la pulpa del coco. Sin embargo, la cantidad obtenida en cada proceso de extracción resulta ser bastante escasa, por lo que en ocasiones puede llegar a ser costoso.
- Prensa RAM
En cuanto a esta técnica, consiste en una prensa con un tubo metálico por el cual se introduce la pulpa y posteriormente se acciona a través de un gato hidráulico, exprimiéndola, y dando como resultado el propio aceite.
Gracias a esta metodología se puede conseguir preservar la calidad del aceite sin tener que proceder al refinado.
- Disolventes químicos
Por último, no podemos cerrar este apartado sin hablar de otra de las técnicas por excelencia: los disolventes químicos.
Se introduce la pulpa del coco en un barril con varillas que ayudan a romper los trazos de la pulpa. Después se le aplica un solvente orgánico (hexano) con el fin de extraer el aceite de la pulpa. En este caso normalmente se suele emplear al acabar algún tipo de proceso de refinamiento.
Usos del aceite de coco
Como hemos comentado antes, el aceite de coco es cada vez más conocido por sus propiedades multiusos y por sus tantos beneficios en numerosos ámbitos de la salud.
Los usos y beneficios de este aceite se podrían agrupar o dividir en dos grandes cuestiones como son la cosmética y la alimentación. ¿Quieres saber más?
Aceite de coco en la cosmética
El uso por excelencia del aceite de coco es en la cosmética. Este aceite es empleado en infinidad de productos cosméticos con fines de hidratación de la piel del rostro y cuerpo.
Esto, mayormente, se debe a su contenido en ácido láurico y cáprico, además de sus vitaminas que ayudan a proteger la piel. Además de esto, no podemos olvidar sus usos como exfoliante y desmaquillante, ya que gracias a sus propiedades de limpieza consigue dejar la piel suave y tersa.
A día de hoy existen en el mercado múltiples champús y mascarillas capilares con aceite de coco entre sus ingredientes. Tras varios estudios estos productos han demostrado ayudar a mantener la hidratación y humedad capilar al mismo tiempo que aportan un extra de vitamina E.
Los beneficios del aceite de coco en el pelo no son un secreto, ya que es comúnmente conocido por mantener el brillo, la suavidad y un aroma dulce.
Además de los beneficios hidratantes para la piel y para la cara, este aceite ha demostrado tener un efecto antibacteriano sobre la piel. Su contenido en ácido láurico llega a combatir las bacterias causantes del acné, mejorando así la reparación tisular y el aspecto de las cicatrices.
Aceite de coco en la alimentación
La alimentación es otro de los mundos que ha mostrado aprecio a este aceite tan valorado. Es sabido que este posee importantes beneficios sobre la salud, debido a su contenido en ácidos grasos, vitaminas, proteínas y minerales, habiéndose ganado su hueco entre los llamados superalimentos.
Sus usos en cocina son muy variados. Puede utilizarse como un simple aceite para cocinar, como aliño o incluso para la elaboración de postres. Tiene la capacidad de mantener sus propiedades nutritivas a pesar de someterse a grandes temperaturas.
Sin embargo, uno de los beneficios alimenticios más famosos es el del poder adelgazante que otorga, cuestión que está relacionada directamente con su proceso metabólico, generando sensación de saciedad.
Es importante saber que una cucharada de aceite de coco (15 g) aportaría unas 115 calorías, un aporte calórico considerablemente bajo tratándose de una grasa.
Comprar aceite de coco
¿Cuál deberíamos comprar? Pues bien, antes de responder a la pregunta deberíamos saber que dentro de los aceites de coco diferenciamos el extra virgen, virgen refinado y puro.
A la hora de comprar nuestro aceite de coco deberíamos de tener en cuenta el proceso de extracción y si el aceite se ha elaborado a base de coco fresco.
Como afirman los expertos, el aceite más indicado es el aceite de coco orgánico virgen extra.
Podrás adquirirlo en farmacias, tiendas de alimentación, herbolisterías y tiendas de cosmética. Y cómo no, también en Internet. Si quieres comprar aceite de coco online, puedes hacerlo directamente desde aquí: