El momento en el que el aceite de palma empezó a tener su lugar en la historia de la humanidad es algo confuso, aunque hay información de su existencia y uso de hace más de 5.000 años.
En las zonas de África Occidental y Central, el aceite de palma se utiliza desde siempre, sobre todo como aceite de cocina. No obstante, durante la Revolución Industrial, los comerciantes británicos se interesaron por él como lubricante industrial.
La planta que produce el fruto de la palma, es la Elaeis guineensis y comenzó a expandirse por el mundo a raíz del movimiento de esclavos allá por el S.XV, y es que resultaba ser un alimento muy barato para ellos.
A día de hoy, el aceite de palma crudo es un alimento muy eficaz en zonas de África y el sur asiático por su elevado aporte de nutrientes. Además, es uno de los aceites más utilizados por la industria alimentaria a pesar de la controversia que suscita su composición.
Qué es el aceite de palma
La palma aceitera o Elaeis Guineensis es un árbol que crece en climas tropicales, pero sobre todo se encuentra en África, en el sur asiático y en Latinoamérica. Su fruto tiene un color rojizo debido a su alto contenido en betacaroteno y su tamaño es aproximadamente como una aceituna grande.
Dicho fruto tiene una única semilla que es la que se utiliza para producir aceite de nuez de palma, también conocido como aceite de palmiste; y aunque ambos aceites tengan el mismo origen botánico, su composición varía significativamente.
El aceite de palma es el aceite que más se produce en el mundo porque combina varios factores: es barato, las palmas generan mucho fruto, no siendo necesario destinar grandes extensiones al cultivo de esta planta y no necesitan tantos pesticidas, fertilizantes y energía como el cultivo de otras plantas.
El rendimiento promedio del aceite de palma es de 3,8 toneladas por hectárea, es decir, 8 veces más que el de soja (0,5t/ha) y 11 veces más que el de oliva (0,32t/ha); además, cabe destacar que solo Malasia e Indonesia producen un 85% de todo el aceite de palma mundial y que esto ha ayudado a muchísimas personas a salir del umbral de la pobreza.
Extracción del aceite de palma
Los frutos de la palma se recolectan en manojos que pasan por un proceso en el que se obtienen un 32% de efluentes, un 23% de manojos vacíos y un 45% de frutos.
A continuación, se separa la nuez o semilla del fruto, a partir de la cual se obtendrá el aceite de palmiste; y como si de olivas se tratasen, los frutos sin semilla se introducen en una máquina que extrae todo el aceite.
Llegados a este punto, el aceite de palma crudo se almacena y se transporta a los países en los que se va a refinar para utilizarlo en la industria alimentaria.
Valor nutricional del aceite de palma
El aceite de palma es víctima de una gran polémica nutricional y medioambiental; no obstante, vamos a argumentar por qué, dentro de una dieta equilibrada, el aceite de palma puede considerarse una grasa segura. Y es que se trata de grasa 100%, ya que no contiene hidratos de carbono, azúcares ni proteínas.
Tiene grandes cantidades de vitamina E, vitamina K1 y colina, que se suele asociar a las vitaminas del grupo B, por lo que algunas de las propiedades del aceite de palma se resumen en que:
- Participa en la formación de glóbulos rojos.
- Evita la formación de coágulos de sangre.
- Es antioxidante y protector celular.
- Previene la arteriosclerosis.
- Mejora el sistema inmunitario.
- Mejora la fertilidad.
- Colabora en la síntesis ósea.
- Ayuda a evitar enfermedades cardiovasculares.
Aunque todas estas propiedades que le dan las vitaminas al aceite de palma pueden verse afectadas por su composición en grasas saturadas, que supone aproximadamente un 50% del total, la otra mitad son grasas consideradas buenas.
Es necesario recordar que los ácidos grasos son esenciales para la vida, y aunque algunos sean perjudiciales en grandes cantidades, una dieta equilibrada con cantidades de aceite de palma controladas tiene más beneficios que inconvenientes.
Los ácidos grasos saturados que contiene el aceite de palma son:
- Ácido palmítico
- Ácido esteárico
Mientras que los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados son:
- Ácido oléico (omega 9)
- Ácido linoleico (omega 6)
Beneficios del aceite de palma
El aceite de palma es el más utilizado a nivel mundial como materia prima en multitud de alimentos porque favorece la estabilidad térmica, la resistencia a la oxidación y mejora la textura. Además, es un aceite que a altas temperaturas se comporta mucho mejor que otros aceites porque mantiene sus características.
Hace que los alimentos en los que se utiliza se conserven mejor, ya que les ayuda a mantener durante más tiempo el sabor, la consistencia y la estructura. Y como tiene un sabor y olor neutros, permite ser utilizado en multitud de alimentos, tanto dulce como salado, sin alterar su sabor.
No obstante, el aceite de palma crudo es el más beneficioso para la salud, ya que los procesos de refinamiento del aceite que lo hacen apto para la industria alimentaria, son los que lo transforman en un aceite que, consumido en altas cantidades, se convierte en peligroso para la salud.
En una dieta equilibrada es necesario el consumo de grasas saturadas e insaturadas, pero el consumo de grasas saturadas no debe superar el 10% de la energía ingerida o de lo contrario, pueden aparecer enfermedades cardiovasculares y otra serie de enfermedades asociadas a la ingesta de grasas saturadas.
El aceite de palma crudo es una solución ideal para tratar problemas de hidratación, tanto del pelo como de la piel; y calentado previamente con las manos, puede aplicarse directamente con un ligero masaje para dejarlo actuar unos minutos.
Controversia del aceite de palma
En los últimos años el aceite de palma se ha convertido en polémica por dos temas principales: el nutricional y el medioambiental.
El problema a nivel nutricional, a pesar de que nuestra dieta ha de ser equilibrada y un consumo controlado de grasas saturadas no tiene por qué suponer un inconveniente, es que el aceite de palma está presente en multitud de alimentos procesados.
Galletas, bollería industrial, cereales… y un largo etcétera que lo que provoca es que consumamos aceite de palma sin ser conscientes de las cantidades que estamos ingiriendo.
Entonces, ¿es perjudicial consumir aceite de palma? De forma puntual y controlada, no.
Si en cambio consumimos aceite de palma en cada uno de los alimentos procesados que ingerimos, sí, es tan perjudicial como lo son otras grasas saturadas. Podríamos decir entonces que la clave está en el equilibrio.
Dicho esto, tal vez adopta más fuerza la controversia medioambiental, y es que la producción intensiva de aceite de palma ha provocado duras deforestaciones que se ha llevado por delante fauna y flora de algunas de las zonas verdes más importantes del planeta.
Los principales afectados son los primates que viven en estos árboles, que tras su tala quedan malheridos e incluso mueren.
Es por eso que hace tiempo que se toman medidas y existen organizaciones como la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible, que en colaboración con otros países buscan una producción de aceite de palma sostenible con bosques controlados.
Usos del aceite de palma
Aunque el uso más extendido es el de la industria alimentaria, el aceite de palma sigue teniendo otros usos como la fabricación de cosméticos, la elaboración de combustible y sobre todo su utilización en la cocina.
A nivel corporal, puedes utilizar el aceite de palma crudo si presentas problemas de caspa, pelo seco y puntas abiertas, ya que es un magnífico hidratante natural. Por eso, también es muy útil para los talones agrietados, el tratamiento de estrías y la piel apagada.
Aunque no es habitual verlo en los supermercados, conseguir aceite de palma crudo es posible y aplicarlo en tu día a día también lo es.
No tengas miedo al aceite de palma
Somos conscientes de que la publicidad que ha recibido hasta ahora el aceite de palma hace que cueste confiar en él; no obstante, recuerda que la mayoría de beneficios para la salud que puedes obtener de este aceite son en su versión cruda.
Todos los aceites o grasas tienen su parte saturada y su parte insaturada y aunque es muy típico hablar de «grasas malas» (las saturadas), la realidad es que no lo son si se ingieren con medida.
El aceite de palma crudo es sólido a temperatura ambiente. Caliéntalo con las manos y aplícalo en tu pelo o en tu piel para que su gran cantidad de vitamina E penetre profundamente y te dé esa hidratación extra que necesitas.
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